jueves, 8 de mayo de 2008

Meteora (Grecia) - "Construya su casa sobre una roca".

Grecia es un destino de culto, que cualquier viajero que se precie no debe dejar de visitar. Ciudades como Santorini, Atenas, Creta, Delfos o Rodas, entre otras, no deben faltar en el álbum de fotos.

Entre esos lugares emblemáticos encontramos a Meteora y sus monasterios. Meteora está situada al norte de Grecia, concretamente en Tesalia, a poco más de 300 Km. de Atenas. Para llegar hasta allí podemos seguir la ruta que lleva a Larisa desde Atenas y luego continuar hasta Tríkala. Desde ésta última, iremos hasta Kalambaka, que se encuentra a los mismos pies de Meteora.

Ya en este lugar, no podremos dar crédito a nuestros ojos al contemplar, sobre gigantescos e inaccesibles macizos rocosos, las construcciones que fueron levantadas entre los siglos XIV y XVI, como lugar de refugio y oración, cuando los francos, catalanes, serbios y turcos intentaron conquistar Tesalia allá por el siglo XIV.

A estos monasterios tan sólo se podía llegar por aquel entonces por medio de un sistema de elementales “ascensores” de poleas, tirados por personas o animales de carga hasta la década de 1920. Actualmente, gracias a la incorporación de puentes y escaleras, incluso entre ellos mismos, y por sólo dos o tres euros, se pueden recorrer todos en un solo día.

Es conveniente tomar nota de que para visitarlos es obligatorio llevar ropa adecuada. Así, se prohíbe que las mujeres entren con pantalones, minifaldas o camisas que dejen sus hombros al descubierto o que los hombres lleven pantalones cortos. Si se te olvida, no hay problema pues allí mismo, en la entrada, los monjes te proveerán de una especie de faldas o delantal unisex más acorde con su cultura.

Los Monasterios de Meteora, en griego, Μετέωρα Μοναστήρια, en español Monasterios suspendidos del cielo, están localizados al norte de Grecia, en la llanura de Tesalia, en las proximidades de ciudad de Kalambaka, en la desembocadura del río Pinios, en el valle del Penee.
Algunas de estas formaciones llegar a 1800 pies por encima de la llanura.Originariamente se trata de un complejo de dos docenas de monasterios, que datan del siglo 14. Están clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1988. Estos Monasterios Cristianos Ortodoxos, son un importante lugar del monacato ortodoxo griego.

GEOLOGIA

Las formaciones rocosas, en cuyas cumbres se construyeron los monasterios, son, según los antiguos escritos, las rocas enviadas por el cielo a la tierra para permitir a los ascetas retirarse y rezar.

En el emplazamiento de estas imponentes masas rocosas se encontraba, hace cientos de miles de años, un gran río que desembocaba en el mar de Tesalia. Cuando este río encontró una nueva salida en el Mar Egeo, este macizo, bajo la acción de la erosión y los terremotos, se hundió y dio nacimiento a este extraño paisaje.

HISTORIA

Los primeros monjes que habitaron los Meteoros, en el siglo XI, eran ermitaños que vivían en las cuevas. Los primeros monasterios se fundaron en el siglo XIV, fueron construidos con el fin de escapar de los turcos, de los albaneses,... como ya hemos dicho.

Athanasio, expulsado del Monte Athos, fundó el Gran Meteoro con varios de sus fieles, seguido por otras comunidades, hasta un total de 24 en el momento del máximo apogeo en el siglo XV que ocuparon los peñascos de la región.

Uno gran número de los monasterios fueron destruidos o arruinados en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial por las tropas alemanas, porque la resistencia griegas se refugió en ellos.

Sólo seis monasterios están hoy en día en uso:

1) Monasterio de San Nicolás, (Αγιος Νικόλαος, Àgios Nikólaos). Moni Agiou Nicolau Anapafsa. Llegamos hasta él por medio de una empinadísima escalera. Pequeño de superficie, tiene varios pisos y en el primero de ellos visitaremos la iglesia de San Nicolás y las sus obras de arte guarda. Con una espectacular vista de la pequeña ciudad de Kastraki, en este lugar se respira tranquilidad y sosiego.
2) Monasterio de San Esteban, (Αγιος Στέφανος, Àgios Stéfanos). Moni Agio Stefanou. Llegamos a él fácilmente cruzando un puente de unos ocho metros desde una colina situada frente a él. Monasterio de mujeres, es el que más riqueza encierra de todos. Pinturas, reliquias, libros antiquísimos entre otros reposan aquí en medio de la paz y la tranquilidad.
3) Monasterio de la Santísima Trinidad, (Αγια Τριάδα, Àgia Triada). Moni Agias Triados. Famoso por ser escenario de una película de James Bond (se rodó parte de la película "For Your Eyes Only" (Solo para tus ojos), de John Glen, en el año 1981), se llega hasta él por un sendero de 2 Km y se halla a unos 400 metros de altura. Encontramos también aquí una hermosa iglesia o “catholikon”, llena de joyas artísticas.
4) Monasterio de la Transfiguración, (Μονή Μεταμορφώσεως, Moní Metamorfóseos) o el Gran Meteoro, (Μεγάλο Μετέωρο, Megálo Metéoro). Moni Megalou Meteoru. Es el monasterio situado más alto, a más de 400 metros de altura, y más grande en superficie, unos sesenta mil metros cuadrados. Para acceder a él se pasa a través de un túnel y luego hay que subir unos 146 escalones. Construido por San Anastasio el Meteorita en el siglo XIV, guarda aún hoy una fascinante colección de manuscritos, íconos, bordados entre otros tesoros. Y es que hasta guardan aquí los cráneos de los monjes que han fallecido en este monasterio, bien colocaditos en estanterías de madera.
5) Monasterio Roussanou, (Ρουσάνου). Moni Agias Varvaras Roussanou. Se accede a este monasterio por un puente suspendido en el vacío, y encontramos en su parte central una preciosa iglesia adornada con vidrieras.
6) Monasterio Varlaam, (Βαρλαάμ). Moni Varlaam. Construido en el siglo XIV por Varlaam, un monje que vivió solo en él hasta que murió, en el siglo XVI otros dos monjes se encargaron de habilitarlo de nuevo. a él se accede a través de un camino de piedra y en su interior se conservan cuadros, vestiduras religiosas, cruces esculpidas y una gran colección de manuscritos antiguos.

Esta zona es también popular entre los escaladores y uno se puede imaginar la tenacidad de los primeros ermitaños por habitar los acantilados y las cuevas en busca de la soledad y el despertar espiritual.

Toda una maravilla...




















Los monjes quizás no saltan de un acantilado a otro, pero algún endiablado turista se atreve. Sin duda, hay que tener mucha fe...........


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