El desierto mexicano de Chihuahua guarda bajo tierra, a 300 metros de profundidad, en las minas de Naica, unas asombrosas formaciones de cristales gigantes, los más grandes descubiertos en el planeta. Llegan a medir hasta 13 metros y pesan más de 55 toneladas.
Estos cristales se formaron por el flujo de agua que
anegaba la cueva hasta que en 1975 fue drenada para explotar la mina -de
plomo y plata- y se fue disolviendo el sulfato de calcio creado por
magma caliente procedente de las profundidades de la Tierra que quedó
allí atrapado hace 600.000 años.
Actualmente, la temperatura registrada es de 45º centígrados y 80% de humedad, lo que imposibilita la respiración y así, aumenta el riesgo de quedar inconsciente en menos de 10 minutos. Para esto, los científicos idearon trajes especiales con oxígeno - de esta forma podrían soportar 30 minutos y seguir con las investigaciones.
Después de 10 años de constante investigación, y gracias a los trajes especiales, se determinó que lo mejor sería regresar el agua encontrada anteriormente a la mina; de esta forma, el ciclo de las formaciones continuaría y podrían ser estudiadas de nuevo en el futuro. Incluso la excavación de 600 m, que ayudaba a enfriar las cuevas donde fueron descubiertas más formaciones en forma de finos hilos y coral, será cubierta.
http://www.naica.com.mx/espanol.htm