En sueños creí estar en las Tierras Medias al ver a Sauron a la puerta de un tenebroso castillo.
Luego recordé que esa imagen la había visto en algún lugar y una vez encontrada entre miles de archivos, la observé hasta darme cuenta de que no era Sauron ni Morgoth, y que además alguien muy familiar me observaba.
Una vez recompuesto del susto inicial, me dí cuenta de que la estampa tenebrosa no pertenecía a la Tercera Edad del Sol, sino a otro día más de curre (no se que es lo que da mas miedo, si la realidad o la ficción).
«Tres anillos para los reyes elfos bajo el cielo.
Siete para los señores enanos en casas de piedra.
Nueve para los hombres mortales condenados a morir.
Uno para el «Señor oscuro», sobre el trono oscuro
en la tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la tierra de Mordor donde se extienden las sombras».
J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos