El ciclista Laurent Fignon, ganador del Tour de Francia en 1983 y 1984, falleció este martes a causa de un cáncer
Fignon falleció este martes a los 50 años de edad
Fignon, nacido en París hace 50 años, reveló que padecía un cáncer avanzado en las vías digestivas, en un libro publicado en 2009, titulado "Nous étions jeunes et insouciants".
El ciclista conquistó el Tour de Francia dos años consecutivos con el equipo Renault, en 1983 y 1984, y terminó segundo en la edición de 1989, por detrás del estadounidense Greg Lemond, en una edición que quedó en la historia por decidirse con la diferencia más pequeña jamás registrada, 8 segundos.
El ciclista conquistó el Tour de Francia dos años consecutivos con el equipo Renault, en 1983 y 1984, y terminó segundo en la edición de 1989, por detrás del estadounidense Greg Lemond, en una edición que quedó en la historia por decidirse con la diferencia más pequeña jamás registrada, 8 segundos.
El corredor, apodado "El Profesor", fue profesional de 1982 a 1993, con más de 80 victorias en su palmarés entre las que destacan, además de los dos Tours, un Giro de Italia (1989) y clásicas de renombre como la Milán-San Remo.
En España fue odiado, y perseguido por periodistas (recuerdo el incidente con las camaras de TVE, las cuales el ultimo dia de aquel Tour de 1989, cuando se jugaba en la ultima etapa la victoria lo asediaron hasta que consiguieron sacarle de sus casillas), y aficionados, quizas porque no nos gustaba que un francés estuviera por encima de nuestro Perico Delgado. Aun asi, yo me pregunto que cara tendría en el podium nuestro Perico después de perder un Tour por 8 segundos, quizas la que nos ilustra la imagen de abajo en la cual aparece Fignon en el podium con Greg Lemond y Perico despues de que el americano le arrebatara el Tour por tan solo 8 segundos, en una contrareloj en la cual el frances corrió, con un abceso del cual fue operado posteriormente. Posiblemente no.
Ya avisó Fignon de su delicado estado de salud en el libro “Éramos jóvenes e inconscientes” que publicó el pasado 2009. Un cáncer intestinal ha sido la puntilla en la 'última carrera' de este genial corredor que hasta hace poco comentaba el Tour de Francia en el canal público francés.
El ciclismo pierde con Fignon (1960-2010) a uno de los rodadores más completos de los últimos tiempos capaz de ganar tanto en carreras de tres semanas Tour (1983 y 1984) y Giro (1989) como en clásicas: Milán-San Remo, por dos veces, y la Flecha Valona.
Su país natal, Francia, se frotaba las manos al ver los inicios de este prometedor corredor que en sus tres primeros años como profesional conquistó la Gran Boucle en dos ocasiones, derrotando con autoridad al mismísimo Bernard Hinault en 1984. Se presuponía así como el sucesor perfecto para 'El Caimán', que se retiraría dos años después, en 1986.
Un poco antes, en 1983 en la Vuelta a España, aquel francés rubio demarraría sus fuerzas en cada kilómetro a favor de su líder. Gracias a ese esfuerzo ‘El Caimán’ acabaría en el primer puesto del cajón. Desde España se empezaba a ver a ese corredor de cabellos dorados como una seria amenaza para el ciclismo español.
Pero los continuos problemas físicos -una operación en la rodilla-, caídas, enfermedades y la mala suerte se cebaron con Fignon que no volvería a rodar de amarillo por los Campos Elíseos. Aunque estuvo cerca de lograrlo en el año 1989 cuando cedió el trono en favor del estadounidense Greg Lemond por tan sólo 8 segundos, en la que es la diferencia más pequeña entre primer y segundo clasificado en un Tour. Aquella lucha contra el reloj quedará para los anales de la historia.
"Tuve la suerte de encontrar aquello para lo que estaba dotado y poder vivir de ello, aunque nunca estaré satisfecho. Habría querido ser campeón del mundo, ganar más Tours, más clásicas, pero viví años fantásticos" así describía su ambición el francés tras colgar la bicicleta después de 11 años como profesional. Un cáncer fatal ha terminado por derrotar, con tan sólo 50 años, a Laurent Fignon. Aquel viejo rockero que con gafas y coleta amenazaba a sus rivales en cada etapa con su imponente cadencia de pedalada. Se va todo un campeón que representa como nadie los valores del ciclismo clásico: raza, orgullo, carácter, inteligencia, esfuerzo y talento, sobre todo talento. Hasta siempre ‘Profesor’. (Ignacio Labarga - Marca.com)
El ciclismo pierde con Fignon (1960-2010) a uno de los rodadores más completos de los últimos tiempos capaz de ganar tanto en carreras de tres semanas Tour (1983 y 1984) y Giro (1989) como en clásicas: Milán-San Remo, por dos veces, y la Flecha Valona.
Su país natal, Francia, se frotaba las manos al ver los inicios de este prometedor corredor que en sus tres primeros años como profesional conquistó la Gran Boucle en dos ocasiones, derrotando con autoridad al mismísimo Bernard Hinault en 1984. Se presuponía así como el sucesor perfecto para 'El Caimán', que se retiraría dos años después, en 1986.
Un poco antes, en 1983 en la Vuelta a España, aquel francés rubio demarraría sus fuerzas en cada kilómetro a favor de su líder. Gracias a ese esfuerzo ‘El Caimán’ acabaría en el primer puesto del cajón. Desde España se empezaba a ver a ese corredor de cabellos dorados como una seria amenaza para el ciclismo español.
Pero los continuos problemas físicos -una operación en la rodilla-, caídas, enfermedades y la mala suerte se cebaron con Fignon que no volvería a rodar de amarillo por los Campos Elíseos. Aunque estuvo cerca de lograrlo en el año 1989 cuando cedió el trono en favor del estadounidense Greg Lemond por tan sólo 8 segundos, en la que es la diferencia más pequeña entre primer y segundo clasificado en un Tour. Aquella lucha contra el reloj quedará para los anales de la historia.
"Tuve la suerte de encontrar aquello para lo que estaba dotado y poder vivir de ello, aunque nunca estaré satisfecho. Habría querido ser campeón del mundo, ganar más Tours, más clásicas, pero viví años fantásticos" así describía su ambición el francés tras colgar la bicicleta después de 11 años como profesional. Un cáncer fatal ha terminado por derrotar, con tan sólo 50 años, a Laurent Fignon. Aquel viejo rockero que con gafas y coleta amenazaba a sus rivales en cada etapa con su imponente cadencia de pedalada. Se va todo un campeón que representa como nadie los valores del ciclismo clásico: raza, orgullo, carácter, inteligencia, esfuerzo y talento, sobre todo talento. Hasta siempre ‘Profesor’. (Ignacio Labarga - Marca.com)